No me podían decir nada distinto a lo que estoy viendo en mi entorno: Crecimiento (?) económico que no es crecimiento, porque si venimos de varios semestres en
baja, debería llamarse “recuperación económica” como el paciente que sale de
terapia intensiva a intermedia; inflación, desempleo, inseguridad jurídica,
crisis de servicios públicos, huelgas, etc., etc. En
este! Ay……. Que me muero! Llevamos cuatro años, durante los cuales hemos
adormecido nuestra capacidad de respuesta proactiva. Estamos esperando a que
cambien las cosas, sin entender que nada cambiara hasta que cambiemos la forma
de actuar.
Gestionar la adversidad
Comencemos por rechazar la sabiduría convencional de
los gurúes y confiemos más en la lógica
y el sentido común. Esta mañana le respondí a mi temeroso cliente:
¾ “hoy
es un buen momento para invertir”:
· porque
nunca antes los intereses habían estado tan bajos.
· Porque la persecución
generalizada entre los promotores
inmobiliarios (cosa que no me alegra) hará que cada día haya menos competencia.
· Habrá buenas
ofertas.
· Habrá
muchas opciones.
Pero
el stock inmobiliario va hacia la baja
Así que no hay mucho que pensar,
por que cuando decidas actuar el entorno puede ser otro, las oportunidades
vienen de regreso y con el cupo lleno.
Tener
inteligencia de mercado
Es
lo que debe desarrollar un promotor. No se puede pretender que el mercado se
adapte al inmo-producto.
·
Si los préstamos hipotecarios están
reducidos, reduce los m2 de construcción para reducir el precio y facilitar los
créditos.
·
Haz desarrollos mixtos: viviendas-
comercios- oficinas.
·
Vendé solo parcelas urbanizadas.
·
Ofrece la construcción como valor
agregado.
Cuidado con los precios
A
Los corredores inmobiliarios que trabajan el mercado secundario les convienen
tener mucho cuidado con los precios que pretenden los propietarios.
El
precio debe estar ajustado a la realidad económica y a la factibilidad de los
préstamos hipotecarios. Un inmueble con un precio fuera de mercado hay que
sacarlo de cartera.
Tener
muchos avisos regados en la ciudad que dice “Se Vende” y pasar meses con el
aviso puesto en el inmueble, de pie para que la gente comience a pensar mal del
inmueble y del vendedor.
Anibal Gomez A.